Los caprichitos de Tom Ford en estas épocas modernas no han dejado satisfecho a los críticos que llamaron a su última colección "las sobras de una colección de Gucci de los 90's". Y es que el "genio" se ha encaprichado en su estilo de esas épocas, no se ha renovado y para colmo protege al máximo sus "innovadoras colecciones" no permitiendo su publicación virtual hasta que él lo acepte.
Ahora en un esfuerzo por destacar lanza un bolso inspirado en una de sus amigas más fieles: Carine Roitfield, un diseño pequeño, cómodo, chic y posiblemente la salvación de su marca que no ha resultado tan exitosa como se esperaba.
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