Ayer fue un día muy especial porque se llevó a cabo una de las bodas mas esperadas del año. No, no la boda del príncipe de Mónaco (qué aburrimiento los temas monárquicos), sino la boda de la aún top model e icono entre las modelos: Kate Moss.
Siendo sinceros Kate no me parece ni la modelo más bonita, ni la que más fotogenica, ni la mejor en pasarela, ni mucho menos la mejor vestida, es más, para mí es una "chica" (tomando en cuenta también su baja estatura) de lo más común y hasta poco agraciada. Sin embargo, junto con Giselle Bündchen es una de las top models más grandes de la historia contemporánea, aunque son como el ying y el yang.
El caso es que, se dijo, no se dijo, etc, etc; de todo sobre el vestido de novia que la cool model usaria el día de su boda, en principio se dijo que era diseñado por John Galliano, pero luego del escándalo, se puso en duda, aunque, al final fue él mismo, el diseñador de su poco genial vestido de novia.
En fin, el detalle de su alta costura estuvo presente en un vestido poco favorecedor, pero muy al estilo de la rubia. Y en el fondo, siempre creí que Galliano iba a ser el diseñador elegido.
Porque hubiera sido muy descarado y cínico cambiar de diseñador solamente por un escándalo. Y mas aún al diseñador que le diú su primera oportunidad para desfilar allá por 1989.
El diseñador que cuando H&M y Chanel le quitaron sus jugosos contratos millonarios a la Moss, por la portada de ella inhalando cocaína en una fiesta, siguió apoyándola y eligiéndola como representante de Dior e imagen de sus campañas. En esos momentos cuando ella estuvo en el fondo, Galliano nunca dejó de apoyarla.
Pero siendo sinceros, este mundo de la moda es frío e inhumano, es algo realmente superficial donde pendes de un hilo cada día, estás a merced de los tabloides y donde lo que digan de ti, valdrá siempre más que tu talento.
De ahí el caso polémico del que me estaba reservando de hablar, el caso de John Galliano.
Sin duda el más grande diseñador de la actualidad, más que Karl Lagerfeld y sus aburridos shows, más que Marc Jacobs y sus barrabasadas pomposas/chic, más que Alber Elbaz y sus eternos volúmenes, más que Tom Ford y su colección de "viaje al pasado", más que Gaultier y sus locuras de viejito loco, en fin, más grande que cualquier otro.
El rey de la alta costura ha caido, demostrando que el pez muere por su propia boca. Analicemos este caso:
Un hombre borracho en un café se encuentra con una pareja con la que no se lleva bien y los insulta. Les parece algo fuera de lo común?, algo que se merezca siquiera mencionar?... No. Cierto?.
Ahora bueno, si este hombre es el director de la casa Dior, los insultos son "anti-semitas" y dicen que adora a Hitler (por favor judios, supérenlo! son más de 50 años), y lo peor... hay un vídeo que llega a la prensa... Ahí es donde la cosa se pone fea... se le da una patada en el culo al talento más grande de estas últimas décadas por darle contento a una tropa de snobs, que en el fondo, ya solo se ofenden de estos asuntos para quedar bien con sus ancestros.
Y es que si me pongo a pensar... debería odiar a todos los españoles que mataron y maltrataron a mis ancestros, robaron las riquezas de mi tierra y encima hoy en día se creen geneticamente seres más intelectuales y cultos por encima de cualquier latino. Si me pusiera a pensar en boludeces como esa, pues actuaría igual que LVMH.
Bueno, cuando el negocio es eso, negocio, se toman decisiones sin importar los afectados. Sinceramente si fuera judío, me importaría un bledo que el diseñador que ha hecho maravillas durante años y ha sido la gallinita de los huevos de oro de Dior sea un hitler-fan (que en el fondo lo dudo, porque cualquier persona en borracha dice cosas peores).
"Los insultos te vienen día a día, es cosa personal tomárselos y sentirse ofendidos... o... simplemente tener la personalidad para saber quiénes somos, cuánto valemos nostros mismos y que no nos afecte".
Ahora, como Galliano no es una persona normal, sino uno de esos iconos del mundo de la moda, le cae todo el peso, y no faltan los Lagerfelds para hacer leña del arbol caído y hablar estupideces.
Galliano fue despedido de Dior y de la firma que lleva su propio nombre. En la primera no tiene sustituto todavía y en la segunda es Bill Gaytten. Su futuro es incierto.
Lo bueno es que existen personas como Kate Moss que los respaldan, o personas como la mismísima Anna Wintour que le dedicará un sector especial al vestido diseñado por Galliano para Moss, porque Anna nunca dejará de confiar en su talento, ni dejará de apoyarlo como ha hecho desde sus inicios.
Mientras... vemos como Dior nos presenta una colección resort de los patética y sosa, hundiéndose en la mediocridad. Una colección olvidable, simplona a más no poder. Aun sin un director artístico. Ya nos esperabamos ver algo así, luego de ver la última colección de invierno de Dior, la cual tenía prendas fabulosas, pero no tuvo en pasarela la genialidad canalla de Galliano, no tuvo este toque; y el resultado, una presentación sin pies ni cabeza y bastante criticada.
Otro escándalo...
EL CHICO QUE DEJO DE SER COOL
Corría la mitad de la década pasada y Balmain estaba casi extinta, nadie se acordaba de ella y era como un perro (marketeramente hablando), un producto destinado a su debacle... Pero, que pasó?
Llego Christpohe Decarnin, con sus hombreras, paillettes, jeans rotos y poleras de algodon llenas de agujeros y remiendos, que llegaban a costar mas de mil euros... Y todo cambió!
Las editoras de moda, fashionistas y celebrities de todo el mundo se volvieron locas. BALMAIN había renacido, se había convertido en el objeto del deseo de toda persona autoconsiderada cool y trendy.
Pagar 1'500$ por unos jeans, 15'000$ por una chamarra de cuero o 1'000$ por una polera de algodón llena de agujeros, dejó de ser una locura, para volverse un objetivo.
La moda/basura que presentaba cada temporada Balmain, con minivestidos sexys, estilos de Xena la princesa guerrera o militares hot; se volvía cada vez más influyente. Copiada hasta el cansancio por grandes marcas low-cost como Zara, Mango o H&M.
Pues bueno, Christophe Decarnin habia resucitado a BALMAIN y había hecho un milagro.
Pero que pasó este año?... El estrés, las grandes presiones... obligaron a Decarnin a ser internado en una clínica psiquiátrica, y los de BALMAIN muy agradecidos y atentos, decidieron reemplazarlo y quitarle el cargo. Una acción muy considerada.
Olivier Rousteing ahora se hace cargo de la dirección de BALMAIN, claro, el era la mano derecha del diseñador, el es el único que puede seguir la línea trendy trash/chic que logró.
Con su colección Resort 2012 ha mantenido la estética de BALMAIN que impuso Decarnin.
Otro escándalo no tan escandaloso...
Chloe, para mí, es una de las firmas más aburridas del mundo, que sobrevive unicamente de la venta de sus maravillosos bolsos y no tan geniales zapatos.
Sucede que un tiempo, no muy largo Hanna McGibbon se hizo cargo de la dirección de esta firma. Pero no le ha ido bien, no consigue buenas críticas, no vende lo necesario y no es lo suficientemente cool como para seguir en el puesto.
Pues bueno: a reina muerta, reina puesta. Y luego de las eternas colecciones nude de Chloe que dan tanto sueño; pero que ya son la firma de la marca, como su aburrido poncho; ahora Chole tiene una nueva diseñadora y directora creativa: Claire Wright-Keller.
Qué hara Claire por Chloe?... Lo sabremos recién Octubre. De momento la colección resort Chloe es una mejores de la última década. Si bien tiene ese toque soso tan característico de la marca, es más fresca y respira un nuevo aire. Esperemos la próxima primavera para ver su evolución.
Como ven, la industria de la moda es esa perra a la que todos idolatramos y que cuando estamos en la cima de ella, debemos vigilar día a día que no nos de una patada por el culo y nos bote al olvido.
Ya lo dijo una vez (y ha sido su frase mas sabia) la top alemana Heidi Klum: "en el negocio de la moda, un día estás en la cima... y al otro no eres nadie".
El suicidio del genial Alexander McQueen, de la modelo Daul Kim, las muertes de modelos por problemas alimenticios, asesinatos, jugadas sucias en los negocios de las firmas, son solo una pequeña muestra de los escándalos del mundo en el que todos queremos ser alguien.
Suerte a todos mis amigos diseñadores, modelos, editores, productores, bloggers, cool-hunters, la necesitan... Sobre todo les digo: no dejen de trabajar un solo día, no olviden que por cada cosa en la que somos buenos hay un infinito número de personas mejores que nosotros esperando una oportunidad. Trabajemos juntos, aceptemos críticas, porque solo así crecerá esta industria que nunca dejará de ser el frívolo y déspota mundo de la moda.
Continuara?..
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