Si, tal vez es un poco tarde mi reacción ante tanto alboroto sobre la película The Great Gatsby, pero tenía que verla antes de hablar sobre ella.
Cuando leí que Miucci Prada colaboraría en el diseño de vestuario mi expectación fue la más grande, más aún al ver los bocetos de Miuccia, en los que adaptaba ciertas piezas de colecciones de Prada y Miu Miu para darles el enfoque que necesitaban en la película, transformados piezas memorables en auténticas obras de arte que se usaran en la película.
Para nadie está oculta mi admiración por Miuccia Prada, y es muy bien sabidos por las personas cercanas que me rodean, que Moulin Rouge es uan de mis películas favoritas, sobre todo por el vestuario. Baz Lhurman, el director de ambas películas no decepciona en lo más mínimo y se ha llevado grandes puntos por la colaboración de Miuccia en el diseño de vestuario.
Opulento, sorprendente y llamativo, recordando los dorados años 20's previos a la gran depresión, en los que el auge de los nuevos ricos, las fiestas mundanas y los excesos parecían mostrar un mundo feliz y vacío que no dejaba espacio para la austeridad.
El vestuario de esta película es imperdible, y todo amante de la moda disfrutará de principio a fin con ella. Los excesos de Nueva York en la época en que está ambientada Gatsby, sin duda ayudan a que la creatividad de Miuccia explote sin medida.
Le película atrae, nos presenta a un sorprendente Leonardo Di Caprio que conquista desde su primera aparición (y eso que nunca me ha gustado, pero es que en Gatsby enamora). La historia es atractiva, Carey Mulligan y compañía deslumbran en cada aparición. Sin duda, The Great Gatsby es una película que debes disfrutar pieza por pieza si es que te gusta la moda, y si te gustan los exceso de Baz Lhurma (como a mí) podrás disfrutar más, se los puedo asegurar.
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