Tanta espera para esto, una portada muy sosa y con demasiado photoshop. Tengo en un altar a Anna Wintour y Vogue U.S., sin embargo casi siempre sus portadas son decepcionantes.
Otra decepción es que Kate Moss, use un vestido freak/princess de Alexander McQueen, en vez de usar el vestido de su boda, que fue diseñado por el genio de John Galliano. Si bien el vestido de boda de la Moss, tampoco me pareció nada del otro mundo, hubiera tenido mucho más significado verlo en portada. Pero, como Galliano está vetado por el segmento hipócrita de la industria de la moda, lo más lógico es que la Wintour no se atreva a retar al grupo LVMH, una pena, porque hubiera dejado en claro quién tiene más poder.
En fin, el contenido parece muy atractivo y promete, a fines de este mes, algunos, podremos obtener esta edición de Septiembre (la más importante en el año) de VOGUE.
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